Aznar, ese diamante en bruto del humor

Ya lo digimos el otro día. Desde el grupo promotor de la candidatura de Barragán2010 queremos llevar a cabo un sano intercambio entre el mundo del humor y el de la política. Por eso proponemos el salto de Barragán a las instituciones y el de Aznar a los platós. El cambio puede ser enriquecedor. Barragán es sin duda mucho más entrañable no ya que Aznar (lo cual, de hecho, es muy fácil, las hienas, con las que comparte sonrisa, ya son más encantadoras que el ex-presidente) sino que la totalidad de los políticos actuales y Aznar puede ser una alternativa fresca a los manidos chistes guarros de Barragán.

Las dotes humoristas de don José María están contrastadísimas:






Por supuesto, no pondríamos al presidente de honor del PP a hacer de monologista. Es una fórmula quemadísima en España gracias al Club de la Comedia y la oratoria no es precisamente el fuerte de Aznar como él mismo reconoce:

¡Qué peazo de artista!

La competencia en la tele es brutal y por eso hay que ser cada vez más innovador. Por eso a Aznar lo pondríamos a hacer gags, intervenciones, a interactuar con el público. Podría ser impagable su presencia en programas de estos de latechou. Imagínenle, con su siesura, arrogancia, pijismo y escasas dotes intelectuales vacilándole al público. Sublime. Pueden generar más tensión dramática que "Mujeres, hombres y viceversa". Nosotros, por eso le insistimos a La Sexta, con la que sabemos que a Aznar le unen estrechos lazos ideológicos, para que le dé un programa de esos con el Follonero. El experimento puede ser formidable y, total, tienen al Buenafuente más quemado que la moto de un hippie.

Aznar ya ha sido inspector de hacienda, presidente del gobierno, profesor en Georgetown y asesor en una multinacional. Es sin duda un hombre polifacético y lleno de inquietudes. El humor tiene que ser su nuevo reto.