Salivan mientras cuentan cuentos

A CiU le cuesta disimular la salivera que le genera la posibilidad de volver a manduconear. Parece un depredador hambriento después de haber pasado un duro invierno. Aunque más que hambre, lo que destilan es indignación por haber sido desalojados no ya de su razón de ser, sino de su condición natural y legítima: el mando en Cataluña. Para ellos estamos hablando de un caso de usurpación, por eso están tan preocupados por cómo se van a encontrar su casa tras siete años de indeseable inquilino (tal y como está la justicia española ya sabemos lo difícil que está desalojar a okupas de tu casa).

En el equipo promotor de la candidatura de Barragán 2010 estamos encantados. En su espectáculo, CiU no va a ponerse a contar chistes sino cuentos de príncipes destronados, quizás ranas encantadas (se dice en los mentideros de CiU que si besas a Felip Puig se convierte en Scarlett Johansson) y leyendas épicas tan del gusto de sus votantes como ya demostraron en esa versión naïf de Braveheart que nos presentaron.


Quizá por eso se empeñan en presentar como candidato a la viva imagen de Lord Farquaad, el malo de la popular película de dibujos animados Shrek. No sólo se parecen, ciertamente tienen vidas paralelas: comparten el desvelo por un trono que les pertenece pero que incomprensiblemente no pueden alcanzar. Se conoce que a los de CiU les gusta tanto los mundos de fantasía llenos de épica, que procuran tener como lider a la encarnación de personajes memorables, cargados de heroismo, del celuloide. ¿Cómo obviar el parecido de Pujol con Joda o Kuato, el lider de la resistencia marciana de Desafío total? Sus responsables de márketing, hay que reconocerlo, son muy buenos.

Ciertamente, su gusto por la épica y las historias caballerescas es muy comprensible. Se sienten llamados por el destino para mandar en Cataluña y el Santo patrón de la comunidad no deja de ser Sant Jordi. Lo cual le da una variedad muy rica a este teatro de varietés que son las elecciones catalanas. La verdad es que mola después de tantos chistes, magos y bufones poner un trobador a contarnos leyendas de bondadosos principes destronados. Nos lo vamos a pasar muy bien.